¿SEGURO CONTRA ADULTERIO?

El asunto primordial cuando hablamos de seguros, es el riesgo. Si fueras a acercarte a una compañía de seguros para ser asegurado contra adulterio, ¿Sería probable que te concedieran el seguro? ¿En qué nivel de riesgo estás?

El Dr. Howard Hendricks encuestó a 246 hombres que estaban en el ministerio y cayeron en adulterio durante un período de 2 años.

El encontró 4 correlaciones entre todos ellos:

1. Ninguno estaba involucrado en alguna forma de grupo donde se debieran dar cuentas unos a otros.

2. Ninguno estaba teniendo un tiempo diario de oración, lectura de las Escrituras y alabanza.

3. Más del 80% de ellos se implicaron sexualmente con otra mujer como resultado de aconsejarles. (En otras palabras, estaban gastando cantidades significativas de tiempo con mujeres que no eran sus esposas).

4. Sin excepción, cada uno de los 246 se habían convencido de que una caída moral ‘nunca me pasará a mí.’

Necesitamos hacernos las siguientes preguntas:

1. ¿Pasas tiempo personal con el Señor en oración y lectura de la Biblia al menos 3 veces a la semana?

2. ¿Hay al menos uno o dos hombres en tu vida con los que has construido una amistad basada en confianza, confidencialidad y en dar cuenta uno al otro?

3. ¿Estás teniendo actualmente un tiempo significativo con cualquier mujer atractiva que no es tu esposa?

4. ¿Estás absolutamente seguro que nunca podrías caer?

Si contestaste:
1 respuesta incorrecta = riesgo moderado.
2 respuestas incorrectas = riesgo serio.
3 respuestas incorrectas = riesgo severo.
4 respuestas incorrectas = ¡condición crítica!

* ¿En qué nivel de riesgo estás? ¿Qué es lo que vas a hacer para reducir este riesgo?
* Si estás en la última categoría, la pregunta ya no es si vas a cometer adulterio, sino cuándo cometerás adulterio.
* ¡Ninguna compañía de seguro ‘moral’ siquiera consideraría asegurarte!
Has ido más allá del riesgo – ¡ESTAS EN TU CAMINO HACIA ABAJO!

LAS AREAS DE PELIGRO

Barney Coombs menciona 3 áreas de peligro:

1. Afinidad Espiritual
2. Aconsejamiento
3. Familiaridad (mejor descrita como intimidad)

Este es el extracto completo:

1. Afinidad Espiritual

La primera y probablemente la más engañosa es la afinidad espiritual.
Sertorious Caputa, un padre católico, habló de este punto: ‘El diablo se esfuerza por infundir primero un amor por la virtud del individuo y así inspirar la seguridad de que no hay peligro. Luego, él excita sentimientos de afecto por la persona y después tienta al pecado, y es ahí donde causa un gran estrago.'

Santo Tomás dijo: 'A pesar de que el afecto carnal es peligroso para todos, lo es aún más para aquellos que se asocian con personas que parecen ser espirituales, porque aunque el principio es puro, la frecuente familiaridad es peligrosa, y entre más aumenta la familiaridad, más se debilita la primera motivación y la pureza es profanada’.

El diablo sabe muy bien cómo encubrir el peligro. Al comenzar, envía dardos venenosos, pero solamente aquellos dardos que infligen heridas leves y encienden el afecto.

Sin embargo, en un corto tiempo, las personas comienzan a actuar entre ellas no como ángeles, como lo hacían al principio, sino como seres de carne y hueso. Las miradas no son inmodestas, pero son frecuentes y recíprocas; sus palabras parecen ser espirituales, pero son demasiado afectuosas. Cada uno empieza a desear frecuentemente la compañía del otro.

El involucrarse en intercesión, en participación como músicos y cantantes en ministerios de alabanza y adoración, y ministrar liberación, son algunas de las actividades piadosas donde creyentes han caído presas del enemigo.

2. Aconsejamiento

El segundo peligro es el del aconsejamiento. Sesiones repetidas de aconsejamiento con esposas de maridos inconversos problemáticos, o mujeres solteras (especialmente aquellas recientemente divorciadas o viudas), proveen increíbles oportunidades para que el diablo atrape a un líder confiado.

Sid Cheal, un gran padre de la fe, advirtió, ‘Nunca lleves en tu auto a mujeres cuando estás solo a menos que sea absolutamente necesario,’ y, ‘Nunca aconsejes a mujeres solo. Si no puede ser evitado, siempre deja la puerta entreabierta.’

3. Familiaridad (Intimidad)

La familiaridad con miembros femeninos del equipo de trabajo es un pasatiempo muy peligroso.
St. Bernhard una vez escribió, 'El ser familiar con una mujer y preservar la castidad requiere mayor virtud que resucitar a un hombre.’

El compartir dificultades matrimoniales y otros asuntos familiares, almorzar con tu secretaria o hacer observaciones sugestivas o ligeras, proveen una atmósfera apropiada para que el diablo dé su golpe mortal.

Lyndon K. McDowell, escribiendo en la revista ‘USA. Ministerio' (USA Ministry) acerca de las dinámicas de la moralidad cristiana dijo, 'Cuando hay dos personas de sexo opuesto, sin importar quienes sean, trabajando juntos en forma cercana, casi inevitablemente se despertarán entre ellos sentimientos sexuales.’

Haríamos bien en ser muy cuidadosos de estas tres áreas que son mares traicioneros para el barco de nuestra fe.

Bombas de Tiempo

Ya debería ser duro por sí solo el evitar estas tres trampas, pero si agregas el hecho de que muchas personas tienen bombas de tiempo escondidas, a punto de explotar, esto hace que la combinación sea aún más inflamable.

¿Qué es una bomba de tiempo? Es una línea del fusible o fallo – una debilidad de carácter, un asunto sin resolver, o tendencia a pecar que tenemos. Puede que estos problemas no sean evidentes de inmediato, pero explotarán con el tiempo arruinando nuestras vidas.

Algunos ejemplos de bombas de tiempo son: adicción a la pornografía, una profunda inseguridad que te hace buscar aprobación en las mujeres, o amargura y autocompasión que busca consuelo en el sexo ilícito.

Escuchen estas excelentes acotaciones hechas por un pastor de la época:

Cuando Jimmy Swaggart, reconocido TV evangelista mundial, fue encontrado con una prostituta, culpó de su caída y la consiguiente desagracia pública a una adicción secreta a la pornografía que había seguido constantemente desde los comienzos de su adolescencia. Había sido una bomba de tiempo activada durante más de 30 años.

Tendemos a ser impresionados o amenazados por los éxitos exteriores unos de otros. Sin embargo, ¿cuántas súper estrellas, sin mencionar el resto de nosotros, mortales ordinarios, hemos escondido bombas de tiempo activadas esperando a que Satanás las detone?

El mundo cristiano es razonablemente competente en cuanto a entrenar personas académica y teológicamente, pero no somos tan buenos en discipularlos para formar en ellos un carácter piadoso. Me he convencido abrumadoramentede de que antes de que un hombre sea reconocido y encomendado dentro del liderazgo responsable, necesita haber sido propiamente y cuidadosamente discipulado. Esto lleva al descubrimiento y desactivación de bombas de tiempo en su carácter. También significa que las debilidades del carácter son identificadas y tratadas.”

El mundo, la carne y Satanás

¡Este es el terrible trío que todos tenemos que enfrentar en la vida! Algunas personas pueden pensar que están a salvo - 'Yo no tengo ninguna bomba de tiempo activada' – ¡Pero la realidad es que no necesitamos tener algún asunto sin resolver del pasado para hundirnos! ¡Cualquiera de estos tres puede hacerlo!

No todo aquel que cae moralmente tiene alguna falta profunda de carácter o una bomba de tiempo activada esperando a explotar. Nadie está excluido de la atracción magnética del pecado.

El mundo contiene la incitante cultura alrededor nuestro que siempre está promoviendo sensualidad, lujuria y sexo ilícito (1 Jn. 2:16). El diablo es nuestro jurado enemigo que constantemente nos tienta a pecar (Gen 3:1-5). Y nuestra carne es aquella parte caída de nuestra naturaleza, nuestra naturaleza pecaminosa que llevaremos con nosotros hasta la tumba (Gal. 5:24, Col. 3:5).

Una vez, cuando estaba relatando a un amigo cómo un líder cristiano que conocíamos había caído en adulterio, él respondió, '¡Hay un diablo allá afuera!', a lo que respondí, '¡Y una naturaleza pecaminosa aquí adentro!'. El punto es que tenemos enemigos afuera y adentro, ¡y los de adentro son los peores!

No importa cuán alto haya subido una persona con Dios, o cuán grandiosa sea su historia de santidad; todavía lleva a sus peores enemigos dentro suyo: los malignos deseos de la carne, las tendencias pecaminosas que tienen que ser puestas a muerte cada día.

Sin importar quiénes seamos, no hay lugar para la complacencia. Debemos estar vigilantes y ser cautelosos.

'No te cuides de otro hombre más que de ti mismo; llevamos nuestros peores enemigos dentro nuestro.' (Charles Haddon Spurgeon)

¡Hay un diablo afuera y una naturaleza pecaminosa adentro!

Continúa... 

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